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Diez de Bonilla Kuri y Asociados

23/07/2025



¿Te pueden despedir por no firmar un nuevo contrato?

En el ámbito laboral es común que, con el paso del tiempo, las empresas propongan nuevos contratos a sus trabajadores, ya sea por ajustes organizacionales, cambios de puesto o actualizaciones en las condiciones laborales. Ante esta situación, surge una duda frecuente: ¿qué sucede si un trabajador decide no firmar el nuevo contrato? ¿Puede esto ser motivo de terminación de la relación laboral?

De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo (LFT), una relación laboral no se basa exclusivamente en la existencia de un contrato por escrito, sino en la prestación de un servicio personal subordinado a cambio de un salario. Es decir, si una persona trabaja para otra bajo subordinación y recibe una remuneración, existe una relación laboral, incluso si no hay un contrato formalizado por escrito.

Por tanto, la falta de firma en un nuevo contrato no significa que la relación laboral deje de existir, siempre que el trabajador continúe prestando sus servicios bajo las condiciones previamente acordadas, pero ¿Puede el patrón cambiar las condiciones laborales?

La LFT establece que las condiciones esenciales del trabajo no pueden ser modificadas de forma unilateral por el empleador. Esto incluye elementos como el salario, la jornada laboral, el lugar de trabajo y las funciones acordadas. Cualquier cambio debe contar con el consentimiento del trabajador.

Si el nuevo contrato propuesto incluye modificaciones en estas condiciones, el trabajador tiene derecho a evaluarlas y, en su caso, no aceptarlas. La ley no obliga a firmar un nuevo contrato si este representa un cambio sustancial en las condiciones laborales originales sin un acuerdo entre ambas partes.

¿Qué sucede si el trabajador no firma?

Si el trabajador decide no firmar un nuevo contrato, pero continúa desempeñando sus funciones bajo las condiciones pactadas originalmente, la relación laboral se mantiene vigente. En este escenario, no se configura una causa justificada para la terminación del vínculo laboral.

No obstante, si existiera un conflicto relacionado con esta situación, tanto el trabajador como el empleador pueden acudir a instancias como la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET) para recibir orientación gratuita y resolver el caso de manera adecuada.

Excepciones y situaciones particulares

Hay ciertos contextos en los que sí se puede requerir la firma de un nuevo contrato, como, por ejemplo:

  • Cambios de razón social o estructura legal de la empresa.
  • Promociones o ascensos que impliquen nuevas funciones o responsabilidades.
  • Contratos por tiempo determinado que requieren renovación formal.

Aun en estos casos, es recomendable que la empresa y el trabajador dialoguen de forma clara y abierta sobre los motivos del nuevo contrato y sus implicaciones.

Negarse a firmar un nuevo contrato no constituye, por sí solo, una causa legal para dar por terminada la relación laboral. Lo importante es revisar si el documento propuesto modifica condiciones esenciales y, en ese caso, buscar el acuerdo entre las partes. La legislación laboral mexicana protege la estabilidad en el empleo y promueve que los cambios se realicen de manera consensuada.


¿Te pueden despedir por no firmar un nuevo contrato?

Diez de Bonilla Kuri y Asociados

23/07/2025



En el ámbito laboral es común que, con el paso del tiempo, las empresas propongan nuevos contratos a sus trabajadores, ya sea por ajustes organizacionales, cambios de puesto o actualizaciones en las condiciones laborales. Ante esta situación, surge una duda frecuente: ¿qué sucede si un trabajador decide no firmar el nuevo contrato? ¿Puede esto ser motivo de terminación de la relación laboral?

De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo (LFT), una relación laboral no se basa exclusivamente en la existencia de un contrato por escrito, sino en la prestación de un servicio personal subordinado a cambio de un salario. Es decir, si una persona trabaja para otra bajo subordinación y recibe una remuneración, existe una relación laboral, incluso si no hay un contrato formalizado por escrito.

Por tanto, la falta de firma en un nuevo contrato no significa que la relación laboral deje de existir, siempre que el trabajador continúe prestando sus servicios bajo las condiciones previamente acordadas, pero ¿Puede el patrón cambiar las condiciones laborales?

La LFT establece que las condiciones esenciales del trabajo no pueden ser modificadas de forma unilateral por el empleador. Esto incluye elementos como el salario, la jornada laboral, el lugar de trabajo y las funciones acordadas. Cualquier cambio debe contar con el consentimiento del trabajador.

Si el nuevo contrato propuesto incluye modificaciones en estas condiciones, el trabajador tiene derecho a evaluarlas y, en su caso, no aceptarlas. La ley no obliga a firmar un nuevo contrato si este representa un cambio sustancial en las condiciones laborales originales sin un acuerdo entre ambas partes.

¿Qué sucede si el trabajador no firma?

Si el trabajador decide no firmar un nuevo contrato, pero continúa desempeñando sus funciones bajo las condiciones pactadas originalmente, la relación laboral se mantiene vigente. En este escenario, no se configura una causa justificada para la terminación del vínculo laboral.

No obstante, si existiera un conflicto relacionado con esta situación, tanto el trabajador como el empleador pueden acudir a instancias como la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET) para recibir orientación gratuita y resolver el caso de manera adecuada.

Excepciones y situaciones particulares

Hay ciertos contextos en los que sí se puede requerir la firma de un nuevo contrato, como, por ejemplo:

  • Cambios de razón social o estructura legal de la empresa.
  • Promociones o ascensos que impliquen nuevas funciones o responsabilidades.
  • Contratos por tiempo determinado que requieren renovación formal.

Aun en estos casos, es recomendable que la empresa y el trabajador dialoguen de forma clara y abierta sobre los motivos del nuevo contrato y sus implicaciones.

Negarse a firmar un nuevo contrato no constituye, por sí solo, una causa legal para dar por terminada la relación laboral. Lo importante es revisar si el documento propuesto modifica condiciones esenciales y, en ese caso, buscar el acuerdo entre las partes. La legislación laboral mexicana protege la estabilidad en el empleo y promueve que los cambios se realicen de manera consensuada.